Tan solo una melodia, una dulce composicion, hecha para los dos, dos palabras, un significado. El viento nos arrastra al son de nuestros latidos y el mar nos susurra al oido. Nosotros, en esta apartada orilla, observando la infinidad del agua, callando corazones y haciendo que hablen las miradas. Silencio, solo hay silencio.
Apoyados en una barandilla aguardamos a que las palabras se adueñen de nuestros labios, para saber si quizas el amor nos corresponde. Despues de tanta espera, tantos gestos, tantas emociones encontradas, nos hayamos esperando el momento para expresar lo que un dia nos parecio un sueño. Creimos imposible una existencia en la cual nuestro compañero no fuese la soledad. Impedimos reir, llorar y experimentar amarnos en la realidad... Aprendimos de nuestro error, querernos en sueños. Pero... Ahora la ilusion, el brillo de nuestras pupilas, el resplandor de nuestras timidas sonrisas y las lagrimas de alegria. Todas ellas, fueron creadas de una misma esperanza, una fuerza que me hace temblar y suspirar, crear miles de emociones al mismo tiempo... Un huracan de cariño con un toque de locura.
Nuestras manos, a escasos centimetros, imanes a punto de unirse, cabezas gachas, pulsos acelerados, labios deseosos de fundise los unos con los otros. Atraccion fatal, resultado magico.
Los segundos nos atraen, firmemente una decision es tomada por el propio tiempo, romper barreras, olvidar para crear algo tan intenso como la propia verdad. Suspirar y porfin crear sinceridad. Una vida entera, junto a la piel del deseo, labios prohibidos y la union de almas, separadas, que siempre han estado juntas. Manos unidas, estrechandose con precaucion, pero llenas de afecto. Se levantan las miradas, se dispara la intensidad en nuestros cuerpos, fogosidad imparable se lanza desde los espejos del alma, pasion se enciende en nuestros labios, una meta, un final.
Un beso, vivir para seguir soñandote.
Anna Simon Mari
&
Daniel Martinez Villadangos
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